Ayer se celebró el Pleno Ordinario de septiembre del Ayuntamiento de Ayora, y de nuevo el ARTE DEL TRAMPANTOJO, arte de insinuar lo que no es, estuvo presente en el salón de Plenos, al parecer ha venido para quedarse. Seguramente os preguntaréis el porqué…
“El modos operandis” del algunos miembros del equipo de gobierno de Ayora (por no generalizar), desde que comenzó la legislatura, tras cada pregunta o aclaración que es incómoda para el equipo de gobierno o no saben que responder, en seguida, se hacen los ofendidos y las victimas intentado desviar la atención de la cuestión sobre lo que se estaba preguntando o aclarando, creando una algarabía que hace que, al final la pregunta o aclaración sobre lo que se incide sea lo de menos, haciendo renacer el arte del trampantojo – arte de insinuar lo que no es-.
Si, ayer en el Pleno Municipal, interrumpí el Pleno, cuando no era mi turno de palabra, error mío, pero no podía soportar las continuas faltas de respeto que se tienen por parte de algunos miembros del equipo de gobierno, cuando una persona del publico o concejal de la oposición habla,… ellos comienza sus comentarios por lo bajini –comentarios que la oposición escuchamos por la cercanía en muchas ocasiones-, las risas, o las miradas en el móvil, cuando alguien esta interpelando… Tras decir que me parecía una falta de respeto lo que se estaba haciendo, cambiaron de tercio, y afirmaban que el que estaba faltando el respeto era yo, por interrumpir el pleno.
No soy una persona políticamente correcta, y quizás para esto del arte de la política haga falta una buena dosis de ello. Soy una persona que en relación a estas cuestiones me remueven tanto por dentro, que no puedo callar y hacer como si nada ocurriese, solo exigía RESPETO, mientras ellos, volvían a jugar al Arte del Trampantojo.
Concejal de Vecinos por Ayora
David Catalán
“El modos operandis” del algunos miembros del equipo de gobierno de Ayora (por no generalizar), desde que comenzó la legislatura, tras cada pregunta o aclaración que es incómoda para el equipo de gobierno o no saben que responder, en seguida, se hacen los ofendidos y las victimas intentado desviar la atención de la cuestión sobre lo que se estaba preguntando o aclarando, creando una algarabía que hace que, al final la pregunta o aclaración sobre lo que se incide sea lo de menos, haciendo renacer el arte del trampantojo – arte de insinuar lo que no es-.
Si, ayer en el Pleno Municipal, interrumpí el Pleno, cuando no era mi turno de palabra, error mío, pero no podía soportar las continuas faltas de respeto que se tienen por parte de algunos miembros del equipo de gobierno, cuando una persona del publico o concejal de la oposición habla,… ellos comienza sus comentarios por lo bajini –comentarios que la oposición escuchamos por la cercanía en muchas ocasiones-, las risas, o las miradas en el móvil, cuando alguien esta interpelando… Tras decir que me parecía una falta de respeto lo que se estaba haciendo, cambiaron de tercio, y afirmaban que el que estaba faltando el respeto era yo, por interrumpir el pleno.
No soy una persona políticamente correcta, y quizás para esto del arte de la política haga falta una buena dosis de ello. Soy una persona que en relación a estas cuestiones me remueven tanto por dentro, que no puedo callar y hacer como si nada ocurriese, solo exigía RESPETO, mientras ellos, volvían a jugar al Arte del Trampantojo.
Concejal de Vecinos por Ayora
David Catalán